19 noviembre, 2010

Capitulo 6: "Caprichos"

Aún seguía en la puerta. No quería entrar aquella casa, que me traía tantos recuerdos. Pensar que alguna vez vivíamos tan feliz: Adela, mi padre y en especial…mi madre. Entrar a esa casa, sería volver al pasado…regresar toda mi felicidad. Y lo principal, devolver a la vida a mi Madre.

-¿Piensas entrar?
-Si.-Dije, con la cabeza agachada.
-¡Vamos cariño! No te sientas mal…-Dijo mamá.
-¡No puedo soportarlo, mamá!-Dije, estallando en lagrimas.


Un leve ruido, proveniente de aquella puerta fue lo que me hizo reaccionar del recuerdo de mi madre.

-¿A qué hora pensáis entrar?
-Lo siento.-Dije, con un sufrimiento por dentro al recodar a mi madre.
-¿Quién era el chico del carro?...No espera, primero entréis. Hablaremos adentro.-Dijo mi padre.

Por obligación de mi padre, entre a aquella casa. Habían pasado años desde que vi por última vez aquel pasadizo, en el cual dividía los cuartos de mis padres y el mío…era aquel pasadizo en el que mamá siempre me encontraba, cuando jugábamos a las escondidas.

-Y ¿bien?-Dijo, mi padre con una cara seria.
-Ehmm, era un amigo.
-¡Qué bueno que hallas hecho amigos!...Pero eso no justifica que te dejéis tan tarde en casa.
-Solo fuimos a pasear…Además, también fuimos con mi otra amiga.-Mentí.
-¿A dónde?-Cuestionaba, mi padre.
-¡Es que acaso seréis un investigador! o ¿qué?

Después de culminar aquellos gritos, dirigí mi mirada hacia un punto fijo. Y al escuchar cada sonido de los pasos de unos fuertes tacones…se me hacía muy molesto, además que era proveniente de Adela.

-¡Hermanita! ¿Sabéis? Es malo mentir…-Dijo, sarcásticamente.
-¡Tú no te metas, Adela!
-¡Basta!... ¡Basta las dos!-Grito, mi padre histéricamente.-Adela…Dirígete a tu cuarto.
-Pero…
-¡Eh dicho a tu cuarto!-Gritó.

Ella caminó unos cuantos pasos, mientras yo solo sonreía. Al igual que ella lo hacía cuando me metía en problemas. Pero sin antes voltear y dirigirse hacia mí...

-¡Por cierto! Es muy simpático…Pero yo miré primero al hermano.-Dijo, y se retiró.

Sentí un pequeño ardor dentro de mí…ya sea ¿por la cólera que sentía hacia ella? o ¿Por qué nombró a aquellos gemelos? La verdad, ni yo misma me entendía en estos momentos…

-Hija…-Suspiro, mi padre-No quiero peleas ni nada de eso, solo quiero que te cuides. Y no pensáis que estoy en contra tuya, solo quiero tu bien.
-Lo sé papa, pero yo sé cuidarme.

Termine con aquellas palabras, y volteé para dirigirme hacia el reencuentro con mi cuarto. Sin antes escuchar…

-Te quiero, hija…-Dijo, mi padre.

Yo no pronuncié ninguna palabra, esas palabras como el “te quiero” me hacían sentir de una manera que no sabría explicar… Y que siempre me costaba decírselas a la gente que tanto amaba. Caminé algunos pasos…y en mi mente solo resonaba el “Te quiero”. Lo volví a repetir en voz baja, pero mi padre ya no lo escuchaba.

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Aún seguía con la mirada perdida, pensaba tanto… ¿de qué querría hablar, Bill? Seguramente, de una o tantas cosas sobre el Nuevo CD.

-¿Puedo pasar?
-Si, pasa Bill.-Dije.- ¿De qué querías hablar?
-Ehmm, pues como sabrás hoy me pase la tarde con Misha. Y me dijo…
-¡Espera! Sea lo que sea…No me interesa.-Dije, intentando salir.
-¡No quiero que la vuelvas a molestar!-Gritó, mi hermano.
-¿Qué?
-Lo que escuchaste… ¡No quiero que la vuelvas a molestar! De que te deje a cargo de la banda, no te da derecho de tratar así a la gente.-Dijo, Bill.
-Primeramente, eso no trata de la banda…y yo hago todo lo que se me venga en gana.-Dije furioso.-Además, no te vengas a creer el “líder” ahora…
-No me interesa de lo que piensas o hagas en tu vida, solo quiero que no le hagas daño.
-¿Porqué? ¿Es que acaso te gusta?-Dije.
-Y si así fuera… ¿Qué?-Dijo, él.-Ya no quiero que le hagas más daño…Y si es que puedes ¡Aléjate de ella!
-¿Me tienes miedo?-Pregunté.
-No, solo…sé cómo te comportas con las mujeres.

Finalizó con aquellas palabras, y se dirigió a salir de mi habitación. Tiré la puerta con fuerza y con un gran ruido. Me acerque a la ventana y visualicé que mi mamá había llegado del supermercado. Agarre las llaves de mi auto y salí de mi habitación. Me dirigí hacia la salida y al pasar choqué con Bill, dándonos así un fuerte golpe por los hombros.

-Hijo ¿te pasa algo?-Dijo, mi madre.
-Ya vuelvo…-Respondí.
-Pero ¿Qué le pasa a tu hermano?-Preguntó, mi madre.

Logré escuchar aquella pregunta que le hizo a Bill. Y él solo se limito a no contestar, mientras yo me iba hacia un camino sin rumbo.

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Eran exactamente las 6:50 am…Aún en mi cabeza refundaba el sonido de mi alarma. Y mi cuerpo olía a sustancias de alcohol. Vi que mi puerta se abría lentamente…

-¡TOM!
-¿Qué pasa?-Dije sin ganas de hablar.
-¿Qué haces ahí? ¡Tienes que ir a estudiar!-Dijo, mi madre histéricamente.
-¡Joder! La escuela…-Dije, malhumorado.
-¿Qué has dicho?-Dijo, mi madre con una expresión de asombrada.
-Nada, madre…Nada. Ahora ¿podrías retirarte? ¡Necesito privacidad!

Mi madre cerró mi puerta lentamente, mientras yo maldecía en la hora que habían creado “la escuela”. Me alisté rápidamente, y me dirigí hacia la cocina. Mientras avanza, iba cautelosamente… ¡hasta que me tropecé! ¿Con algo o alguien?

-Si buscas a tu hermano, el ya se fue.-Dijo mi madre.
-No lo buscó a él.
-¿Entonces?-Dijo.
-Nada, nada…Ya me voy.
-¡Y tú desayuno!-Gritó.
-Ya es tarde…

Respondí y salí de aquella casa. Subí a mi Cadillac y me fui a la máxima velocidad.

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Cerca 10 mints para las 7:00 am, y yo aún no encontraba el par de mis zapatillas. Aún con los insoportables gritos de mi padre en apurarme…no me importaba, mi única lógica era satisfacer mi necesidad. Exactamente siendo siete en punto de la mañana, decidí salir de mi casa. Ya no importaba si me apuraba o no, igual…ya había llegado tarde.

-¡Rayos!-Pensé.

Sentada en la esquina del colegio, pude percibir a un auto recién llegando. No me importó en lo absoluto, estaba rodeado de otros tardones igual que yo…con aquel último éramos seis. Pero al darme cuenta, me di con la sorpresa que el tardón era el gemelo de Bill. Aquel ‘Rastafari’ volvió a encender su auto, no me percaté si volvía a manejar o no…Desvié mi mirada hacia otro sitio. Hasta que escuché un fuerte ruido…

-¡Idiota!-Grité.
-Sube…-Me dijo.
-¡Casi me arrollas!
-¡Sube!-Gritó.
-Piensas ¿Qué te haré caso?

Él se bajó del auto, me tomó del brazo y me dirigió hacia el asiento del Co-piloto. Él muy cretino tenía mucha fuerza y no podía contra él. Al ver que ya no podía hacer nada, cerró la puerta.

-Ponte el cinturón.-Dijo.- ¿No me escuchas?
-¿Qué quieres Tom KaulitZ?
-No es por ti, es por mi hermano.-Culminó.

Al ver que no le hice caso, se asomó hacia mí…agarró el cinturón de seguridad, y lo abrochó. Estaba demasiado cerca a mí…que podía sentir su respiración.

1 comentario:

  1. Owwwwwwwwwwwwwwwww Tom es un imbecil ¬¬º pero qué rico se ha de ver de estudiante O.O hahahah soy una morbosa xDDDDD
    Yo por él me dejo hacer de todo LO JURO palabra de mujer (?) xDDD

    Y ahora qué pretende este gilipollas ¬¬º vamos vamos! cuelga el siguiente capi PRONTO ♥
    Te adoro sobrina n.n

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